La casa dalle finestre che ridono
Stefano, un joven restaurador, es encomendado a restaurar el martirio de San Sebastián, el último trabajo de Legnani. Al parecer, Legnani sufría desórdenes mentales, solía pintar a gente cerca de la muerte o de la agonía. Estos hechos junto con la extraña atmósfera que rodea al pueblo donde ha llegado Stefano, hacen de su realidad una pesadilla.