Confundiéndola con una enferma mental, Carla Del Poggio, es ingresada en una clínica psiquiátrica en la que un rico paciente, Aldo Fabrizzi, se hace pasar por médico. La pobre chica, tratando de hacer entender a los médicos que no está loca, termina provocando una rebelión entre el resto de pacientes.
Los vecinos de un pueblo de la costa adriática italiana son gentes amables y corteses que se dedican afanosamente al trabajo. Sólo cinco jóvenes rompen la armonía de la comunidad: ninguno de ellos ha trabajado nunca y ni siquiera se avergüenza de ello.