El cielo es un hermoso paraíso suburbano limpio. Cada bloque está poblado de frondosos árboles. Las personas son libres de vagar y hacer lo que les plazca, siempre y cuando sigan una regla simple: no comunicarse con "El Maligno" que habita en el otro lado de una pared gigante que rodea la ciudad, que se encuentra bajo vigilancia las 24 ...